A muchos aficionados al juego les preocupa cómo se relacionan sus preferencias de juego con determinadas opiniones religiosas. Hay muchas religiones y enseñanzas diferentes en el mundo, cada una de las cuales tiene su propio punto de vista sobre el juego y los entretenimientos relacionados. Alguien cree que el juego es un pecado y no pueden participar en las personas religiosas, si quieren purificar sus almas y entrar en el camino de la verdad. Pero hay otras opiniones, y hoy, en este artículo vamos a tratar de considerar cada uno de ellos en detalle. Si quieres saber más sobre cómo las religiones del mundo describen el juego – ¡lee este artículo hasta el final del equipo de World Casino Expert Brasil – worldcasinoexpert.com.br!

Religiones del mundo y enseñanzas

Hoy en día viven en nuestro planeta casi ocho mil millones de personas. Eso equivale a casi 200 naciones, cada una con su propia cultura, historia y, por supuesto, población. Entre los ocho mil millones de personas, hay algunos de los grupos más grandes basados en la religión:

  • Cristianismo: casi 3.000 millones de fieles en todo el mundo;
  • Islam, la segunda religión más grande del mundo, con casi 2.000 millones de fieles;
  • Hinduismo – conjunto de enunciados filosóficos y doctrinas que han adquirido el estatus de religión. Se extiende principalmente por los territorios de India y Nepal;
  • Budismo – doctrina filosófica con más de 520 millones de seguidores en todo el mundo;
  • Judaísmo – religión del pueblo judío.

Hay muchas otras confesiones nacionales, que tienen aún más ramas y escuelas diferentes. Hemos señalado las más básicas sobre la base cuantitativa, y esperamos no haber ofendido a nadie con ello.

Ahora que hemos nombrado las religiones más extendidas del mundo, veamos cuál es su actitud ante el juego.

Opinión cristiana

Para expresar la opinión más objetiva, recurriremos a la fuente más fiable de conocimiento cristiano: la Biblia. La Biblia es una colección de textos sagrados del cristianismo, en los que encontramos declaraciones bastante elocuentes y expresivas sobre el tema de los juegos de azar y la adicción a ellos.

Así, en primer lugar, hay que decir que la Biblia no prohíbe el juego directamente – sólo advierte a los lectores contra la atracción excesiva a las riquezas:

  • «La riqueza que se adquiere rápidamente se deshace» (Proverbios 13:11);
  • «El dinero puede desaparecer con sólo mirarlo» (Proverbios 23:5);
  • «El amor al dinero es la raíz de todos los males» (1 Timoteo 6 versículo 10).

Y ciertamente todo el mundo sabe que la avaricia es un vicio, condenado no sólo por la Ortodoxia, sino también por muchas personas sensatas que no se consideran creyentes. Pero muchos jugadores se dedican al juego no con ánimo de lucro, sino por diversión: ¿es pecado? Creemos que no, porque no hay vanidad, adicción al dinero ni ningún otro pecado. Pero si aún así te preocupa tu afición, trata de afrontarla con rectitud:

  • confesarse en el templo;
  • dona tus ganancias a una buena causa;
  • habla con un consejero espiritual y pídele consejo.

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Islam: ¿Qué dice el Corán?

El Islam es muy estricto con los juegos de azar y condena enérgica y categóricamente este tipo de actividad. El conjunto de normas que guían a los musulmanes creyentes se denomina «Sharia», y según ella, se consideran juegos de azar aquellas actividades que reportan algún beneficio a quienes participan en ellas. Así pues, esto es lo que se considera haram y está prohibido para los fieles seguidores del Islam:

  • las actividades que obtienen un beneficio como resultado del azar;
  • jugar a un juego que interfiera con la oración;
  • apostar contra un semejante;
  • apostar en forma de objeto material.

Así, el único tipo de juego disponible para los musulmanes devotos sigue siendo el casino en línea por interés, y contra la inteligencia artificial. De este modo, el jugador no viola la prohibición de apostar contra un compañero, la materialidad de la apuesta y todos los demás tabúes impuestos por la sharia.

La visión del hinduismo

La principal fuente de conocimiento sagrado en el hinduismo son las antiguas escrituras, manuscritos escritos en sánscrito. De ellas aprendemos que el pecado y su definición en las enseñanzas del hinduismo siempre van de la mano de un concepto como el «karma», es decir, la creencia de que el camino del alma en el ciclo de renacimientos y su destino futuro dependen directamente de sus acciones y pensamientos en el periodo de vida actual. En el Bodhayana Dharmasutra, un libro de leyes védicas, se afirma claramente que el juego es un vicio y un pecado: «Además, los pecados que ensucian a la gente: el juego…».

Por desgracia, ésta y muchas otras escrituras sagradas del hinduismo prohíben abiertamente el juego en casi todas sus formas, por lo que los seguidores de esta confesión tendrán que enfrentarse algún día a la difícil búsqueda de una salida a este aprieto.

¿Qué dice el budismo?

El budismo, en el sentido amplio de la palabra, no suele considerarse una religión. Se entiende más bien como una profunda enseñanza filosófica, que tiene algunos indicios de confesión y creencia en la existencia de poderes superiores. Los principios básicos del budismo se denominan las «Cuatro Nobles Verdades» y, dentro de ellas, la de especial interés para nuestro tema es la «Sed de placeres sensuales». Esta «Sed» incluye todo lo que puede proporcionar placer temporal a una persona, y el propio Buda la comparó con la forma en que un leproso obtiene placer rascándose sus propias heridas. Es decir, hasta cierto punto, es condenable, pues a este placer momentáneo le sigue forzosamente un ajuste de cuentas en forma de sufrimiento: la primera noble verdad de dukkha. Sin embargo, el budismo no es tan estricto con los jugadores como otras religiones: a los budistas se les permiten algunas formas ligeras de entretenimiento, por ejemplo, la lotería, pero con algunas reservas: los fondos obtenidos de esta forma deben ir en beneficio de la comunidad o del templo.

Judaísmo y juego

La fe judía se basa, entre otras cosas, en el Talmud, el código del judaísmo, en el que se recogen diversas disposiciones morales, éticas e incluso legales. Según el Talmud, el juego es una actividad que no puede aportar ningún beneficio práctico a la sociedad, pero no se atribuye al juego ninguna influencia perjudicial directa. El Talmud afirma que el juego puede hacer que los judíos pierdan la cabeza y, en consecuencia, abandonen sus obligaciones cotidianas; por esta razón, esta actividad es condenada por los rabinos. Sin embargo, en el judaísmo también hay manifestaciones más leales, por ejemplo, algunas fiestas nacionales se acompañan de entretenimientos con apuestas, cuya recaudación también va en beneficio de la sociedad, por ejemplo, para el desarrollo de sinagogas.

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Conclusión

La cuestión de la actitud de las religiones del mundo ante el juego es siempre un tema difícil, en el que hay espacio para el debate. Algunas escrituras prohíben explícitamente este tipo de entretenimiento, mientras que otras no dicen nada en absoluto al respecto. Una cosa es cierta: la fe es algo que vive en el corazón de las personas, y ninguna afición o actividad puede apartar a una persona del camino recto si sus pensamientos son puros y dignos.

Aquí termina nuestro artículo. Gracias por leerlo. Esperamos que le haya resultado interesante e informativo. Le deseamos buena suerte.